Los autoclaves y hornos para el tratamiento de materiales compuestos fabricados por Olmar destacan tanto por su tecnología avanzada como por su fiabilidad. Además, son capaces de asegurar un rendimiento óptimo y una eficiencia sobresaliente a lo largo de toda su vida útil.
Sin embargo, el proceso de curado de materiales compuestos es muy distinto en hornos y autoclaves. A continuación, te presentamos un desglose de las principales diferencias entre estas dos tecnologías al abordar el tratamiento de composites para que puedas elegir cuál se adapta mejor a las necesidades de tu empresa.
Aplicación de presión
- Horno: utiliza únicamente calor en el proceso de curado, sin aplicar presión externa. Generalmente, se utiliza para fabricar piezas de material compuesto que no requieren de alta presión para consolidar sus capas.
- Autoclave: Además de calor, con el proceso en autoclave se controla también la presión, lo que permite tratar una variedad mayor de componentes en fibra de carbono
Aplicaciones y usos
- Horno: se utiliza comúnmente en aplicaciones donde se prioriza la ligereza sobre la resistencia extrema. Son más comunes en automoción, equipos deportivos y piezas de aviación y marina que no soporten cargas estructurales.
- Autoclave: ideal para piezas de alto rendimiento y componentes de seguridad crítica, donde la integridad es crucial, como fuselajes y alas de aeronaves, piezas de coches de competición y otras aplicaciones en las industrias de defensa y aeroespacial.
Compatibilidad de materiales
- Horno: generalmente es adecuado tanto para termoestables como para termoplásticos, ya que muchos de estos materiales pueden lograr un rendimiento adecuado sin presión.
- Autoclave: a menudo, se utilizan para trabajar resinas termoendurecibles avanzadas y termoplásticos de alto rendimiento, utilizadas en la industria aeroespacial y de defensa, para lograr una unión óptima y mantener la integridad estructural.
Usabilidad y medidas de seguridad
- Hornos: tienen un manejo más sencillo al no requerir de control de presión
- Autoclaves: requieren medidas de seguridad más estrictas debido a la acumulación de presión.
Los hornos y autoclaves son herramientas esenciales en el tratamiento de materiales compuestos, cada uno con beneficios únicos. Mientras los hornos destacan por su simplicidad, rapidez y adaptabilidad a piezas grandes o complejas, los autoclaves garantizan un acabado de máxima precisión, densidad y resistencia. Conocer las diferencias entre estas tecnologías es fundamental para optimizar los procesos y cumplir con las demandas específicas de cada sector.
Solo los autoclaves y hornos más avanzados para curado de materiales compuestos como los ofrecidas por Olmar pueden asegurar la uniformidad y los ciclos demandados por los diferentes sectores. Por eso, una de las metas principales de nuestra empresa es invertir en investigación e innovación para mejorar continuamente el rendimiento y la eficiencia de nuestros equipos, garantizando la calidad de nuestros hornos y autoclaves ante los retos futuros de la industria.